• Íberos y Tartesios: primeros pueblos desaparecidos, prehistóricos (sureste).
• Celtas: pueblo más importante porque era el más numeroso. Invaden la península aproximadamente en el año 1000 a. C. Legaron al castellano algunos topónimos (Segovia, Coruña), sustantivos (cerveza, carro, colmena) y algunos sufijos (-iego, -ego: palaciego, labriego).
• Cartagineses: instalados en el sur y en la isla de Menarca.
• Fenicios: en Málaga y Cádiz, al sur. Se pudo deducir la supervivencia de su lengua a partir de inscripciones en piedra y nombres de ciudades.
• Vasco: importante porque es un pueblo con conciencia muy fuerte del uso pleno de su lengua.Sustrato: pizarra, baturro, izquierdo.
• Romanos: En el 201 a. C. Llegaron y conquistaron a toda la península con excepción de la zona habitada por los vascos. Impusieron sus Instituciones y costumbres. Legaron el 70 % de la base de la lengua castellana: el latín vulgar reemplazó poco a poco a todas las lenguas locales. Si bien, el latín es la base del español, sufrió diversos cambios. Luego de la caída del Imperio, se desarrolló través de los siglos un conjunto de hablas conocida como lengua romance (nombre derivado del adverbio romanice loqui o fablare a la romanice, “ hablar a la manera de los romanos). El latín clásico siguió usándose en: cultos religiosos, lengua escrita en la Administración pública, y como lengua hablada por una minoría instruida (sobre todo el clero).
• Godos: individuos de pueblos germánicos (a España llegan los alanos, los suevos y los vándalos) que en el siglo V ocuparon territorios en la Galia meridional y en el N de España y acabaron por fundar en este país un importante reino que subsistió hasta la conquista árabe. Con la instauración de la monarquía visigótica (con capital en Toledo), el latín empieza a transformarse hasta que, hacia el siglo VII, los habitantes de la Península (como los de otras regiones de la Romania: Francia, Italia, Dacia) hablan una nueva lengua: el romance. Esa lengua, que tiene características diferentes en las diversas porciones geográficas del antiguo Imperio Romano –hasta tal punto, que los habitantes de una zona no se entienden con los de otra -, es una lengua hablada, coloquial. El latín sigue siendo la lengua de la cultura y la única que se escribe. De modo que hay un divorcio entre la lengua que se habla y la que se escribe. El último rey visigodo es Rodrigo, que fue derrotado por los árabes. Las palabras de origen germánico en el español son pocas: (relacionadas con la guerra) guerra, yelmo, feudo, espía, espuela, heraldo; (nombres) Álvaro, Adolfo, Fernando, Rodrigo, Gonzalo.
• Árabes: su importancia está dada por la larga convivencia (711-1492) con los pueblos de la Resistencia peninsular. Este pueblo le aporta conocimientos. La España dominada por los árabes es una España bilingüe, porque gran parte de sus habitantes lo son: hablan romance (“mozárabe”) y árabe. En los casi ocho siglos de permanencia en la península, dejaron aportes a lo largo de la trama lingüística del castellano. Determinaron algunos toponímicos como Guadalajara y Guadalquivir, y términos tales como: acequia, albañil, algodón, arroz, almacén, almohada, alfarería, alfombra, azafrán, azúcar, azufre, azulejo, alcalde, alguacil, alférez, alcohol, álgebra, almirante, bazar, borceguí, cifra, jarabe, jarra, naranja, noria, quilate, taza, toalla o zanahoria, configuran un breve pero significativo ejemplo de la vastedad de esas conexiones (con ser abundantes, de todos modos, no llegaron a desnaturalizar el preponderante torrente latino). Hasta la reconquista sobrevivió en territorio islámico el uso del mozárabe, un derivado del romance visigodo que era la lengua de la minoría cristiana y que fue barrido por el castellano a partir de la caída de Granada (1492). Igual suerte corrieron el leonés y el aragonés, a diferencia del catalán y del galaico-portugués que se convirtieron en las otras dos lenguas importantes (con sendas literaturas) de la España medieval.
* Castilla: La lucha contra los árabes (la Reconquista) comenzó en el norte, en Burgos, en una tierra erizada de castillos (Castilla). En la empresa interviene el guerrero famoso, Cid Campeador. Otros reinos luchan con los musulmanes: León, Navarra y Aragón. Sobre ellos se impondrá poco a poco, el reino de Castilla. Durante el período de los Reyes Católicos (que se inicia en 1474), el castellano se impone desplazando a los otros dialectos existentes en la península ibérica (ya desde el siglo XIII, Alfonso el sabio lo había convertido en la lengua oficial para la redacción de los documentos oficiales). Desde 1726, con su primer Diccionario de Autoridades, la Real Academia Española (organismo creado por decreto real durante 1713) impone las reglas ortográficas de la lengua castellana, y con ello se supone el inicio de una nueva etapa: la del español moderno.
• América: Los conquistadores carecían de palabras en su vocabulario para nombrar las innumerables cosas desconocidas que les ofrecía el nuevo mundo, por eso, durante la conquista comienzan a ingresar palabras americanas a Europa. Así, las lenguas indígenas aportaron términos como: cacahuate o maní, camote o batata, aguacate o palta, canoa, huracán, carey, cóndor, vicuña, alpaca, tomate, café, patata, maíz, cacao, chocolate, tabaco, cacique, petaca, jaguar, loro, por no citar más que algunos ejemplos que a través del español pasaron luego a las restantes lenguas del mundo.
• Italia: durante los siglos XVI y XVII, época del Renacimiento y del Barroco, hay influencia de Italia (italianismo). Se incorporan voces tales como: soneto, terceto, terracota, novela, escolta, piano, etc.
• Portugués: gran esplendor político y marítimo de gran intercambio con Castilla. Lusitanismos: mermelada, caramelo, biombo.
* Francés: A finales del siglo XVII y comienzos del siglo XVIII, se instaura la hegemonía política y cultural de Francia con la dinastía de los Borbones, y así el castellano se inunda de galicismos que luego se fijarán en la lengua: hotel, restorán, silueta, garaje, afeites, etc.).
• Inglés: Debido a la Revolución Industrial y a los avances relacionados con las cuestiones técnicas (vagón, yate, túnel) y con la informática la lengua se ve invadida por todo tipo de vocablos anglicanos que terminan adaptándose a partir de la incorporación de los sufijos propios de nuestra lengua en nuestra vida cotidiana (espoilear, chatear, tuitear, instagramear, etc).Las otras
lenguas de América
·
Dos de las más importantes lenguas precolombinas tienen categoría de
cooficiales en Hispanoamérica: el quechua, en Perú (el área de
influencia se extiende a casi toda Bolivia,
donde se habla también el aymara y parte del Ecuador) y el
guaraní, en Paraguay (se
extiende también a las provincias argentinas de Misiones y Corrientes).
·
El náhuatl y sus derivados (cuitlateca en el estado de Guerrero;
totonaca
en Puebla y Veracruz; mixteca, chinanteco y
zapoteca, en estos últimos y en Oaxaca) se hablan aún en amplias
regiones de México.
·
El maya-quiché y sus variantes (jinca, misquito-matagalpa,
chorotega, payo, jicaque) en las costas y selvas antillanas y
centroamericanas.
·
En Sudamérica, aparte de las mencionadas, cabe citar algunas de las más
de cien familias lingüísticas censadas en la actualidad: chibcha, cariba, arawak (Colombia y Venezuela); araucana,
Chile (pocos hablantes entre Copiapó y Chiloé); alacalufe (canales
fueguinos); ge, pano, guaycurú (Brasil,
Paraguay y Chaco argentino).
·
Otras lenguas han desaparecido o sobreviven entre los escasos hablantes
de algunas reservas: querandí, toba, pampa.
El “español” de la Argentina: el castellano
En
su vocabulario, y en algunos rasgos fonéticos, ofrece diferencias regionales
con respecto al español de la Península y al de otras regiones de América. Las
formas de vida distintas de las de España, el uso de productos originales del
suelo, la diversidad de origen de los conquistadores, la influencia de las
modalidades “criollas”, las corrientes inmigratorias, configuraron un español con
rasgos característicos propios, reflejo de una nación que busca su identidad.
·
Se acepta en la morfología de la RAE el uso de la forma vos, para la 2º persona del singular en
lugar de tú, y sustitución de vosotros por ustedes.
* En el vocabulario, muchas palabras usadas por los argentinos se han
incorporado al diccionario académico: billetera,
bife, colectivo, lustrabotas, cancha, pollera, muchachada, paisanada, perrera,
homenajear, vereda, etc.
* En la sintaxis: preferencia por giros o perífrasis verbales (voy a
comprarme, en lugar de compraré).
* En la fonética: seseo (s, c, y z se pronuncian como s); yeísmo (la “ll” se
pronuncia como “y” /ye/ o como /i/ dependiendo del dialecto regional).
Bibliografía consultada:
• AA. VV., Literatura IV, España en sus letras, Estrada, Buenos Aires, 1987.
• AZEVEDO, Milton, Introducción a la lingüística española, University of California, 1992.
• LACAU, ROSETTI, Nuevo castellano 3, Kapelusz, Buenos Aires, 1982.
• MENÉNDEZ PIDAL, Ramón, Escritos literarios, Apis, Rosario, 1967.
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