
Tradición y cultura social en “las Indias”
La sociedad americana en el siglo XVII presenta una estabilización, se advierten jerarquías y clases perfectamente delimitadas.
* Una primera categoría, está encabezada por una minoría de españoles que ostentan cargos públicos, viven de las encomiendas y las minas: y por la Iglesia que comparte el poder con los españoles y además rige la vida espiritual y colonial (no olvidemos la influencia del Tribunal de la Santa Inquisición).
* Una segunda categoría, compuesta por la gran masa de indios, mestizos y negros en estado de dependencia, que sufren una vida dura y trabajosa.
* Una tercera, en donde hallamos a los criollos. En ese momento, el destino americano los coloca en inferioridad de condiciones. En literatura, la sátira y la burla son las armas con las que se defienden de su posición.
Luego de apaciguado el aspecto militar de la conquista hacia los comienzos del siglo XVII, se inició en las Indias y intenso y variadísimo movimiento de cultura.
Las ciudades capitales de los dos grandes virreinatos, aquéllas que contaban con importantísimos centros universitarios, o simplemente, allí donde el misionero había dejado y dejaba señales de su ímproba labor educativa, fueron centro de gran actividad intelectual en todos los órdenes del pensamiento: filosofía, arte, ciencia y literatura.
El movimiento cultural en España y en “las Indias”
Las posesiones españolas estaban rigurosamente al día en materia de actividad espiritual. A pesar de la distancia y de las prohibiciones, los embarcos de libros y su entrada por contrabando eran cosa corriente, como lo ha demostrado de modo terminante la compulsa de registros de buques y, sobre todo, los inventarios de las grandes bibliotecas coloniales, importantísimas algunas, de Universidades, conventos o simples particulares.
Dentro del campo literario se descubre esa vida espiritual notablemente fecunda en los certámenes, concursos, colecciones de poesías, representaciones teatrales, ediciones frecuentes, controversias estéticas, etc., las cuales manifiestan bien claro un estado de tensa labor intelectual, según el Crítico literario Carisomo señala, por cierto bien distinta a esa fama de “existencia chata, oscura y siniestra con que, durante el apogeo de la leyenda negra, se pintaba al mundo de las colonias españolas de ultramar” .
Lo cierto es que este movimiento no alcanzaba a las capas populares (en la misma Europa por esta época el fenómeno era similar), pero ello era debido a la enorme masa indígena aún analfabeta y desconocedora, casi, de la lengua española, así como a la densa población negra, colocada en parecidas condiciones a la nativa.
Por otra parte, los medios de difusión eran escasos y por lo tanto, costosos. En estas condiciones precarias (en un mundo colonizado, con poco numerosos núcleos de población urbana y letrada, y readaptado a prácticas occidentales), asombra el fecundo desarrollo de su literatura.
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Durante los veinte años que vivió en estas tierras, asistió a la fundación de Buenos Aires y participó de la expedición que remontó los ríos Paraná y Paraguay.
A su regreso, redactó la crónica de sus aventuras en América, publicada en 1567.
Ulrich o Ulrico Schmidel o Schmidl; 1510?-1579?: Viajero, cronista y militar alemán que participó en la conquista española del territorio del Río de la Plata entre 1534 y 1553, acompañando a Pedro de Mendoza. De esa experiencia surgió su libro Viaje al Río de la Plata (1567), obra de extraordinario interés testimonial.
Síntesis argumental de algunos capítulos de Viaje al Río de la Plata de Ulrico Schmidl.
Sobre la fundación de Buenos Aires.
Capítulos VI y VII :
* Cuenta que desembarcaron en 1535 (en realidad 1536). Encontraron un lugar de indios que se llaman charrúas (alrededor de 2000 hombres). No tienen más que carne y pescado para comer. Abandonaron el lugar con sus mujeres e hijos. El puerto se llama San Gabriel. Estos indios andan desnudos, las mujeres un pequeño trapo de algodón desde el ombligo hasta las rodillas. Don Pedro de Mendoza mandó a sus capitanes reembarcar y que se condujera al otro lado del Paraná.
* Allí levantaron un asiento al que llamaron Bs. As. Trajeron 14 barcos, 72 caballos y yeguas. Encontraron un lugar de indios que se han llamado Querandís (3000 hombres más o menos).Visten parecido. Les traen pescado y carne para comer. No tienen paradero propio. En verano van tierra adentro y la sequía los lleva a veces a beber la sangre de los venados que cazan. También raíces. Después de 14 días, uno no les llevaron comida. Pedro de Mendoza envió al alcalde, Juan Pavón con dos peones; fueron apaleados por los querandíes porque se dirigieron mal hacia ellos. El alcalde metió tanto alboroto, que Don Pedro envió a su hermano Jorge Mendoza con 300 lansquenetes y 30 caballos. También a su hermano Diego de Mendoza, entre los que se encontraba presente U. Schmidl. Cuando llegaron, los indios eran 4000.
Capítulo VIII: Se defendieron los indios. Mataron a “tiros” a su capitán don Diego Mendoza y a otros hidalgos de a caballo e infantes. Por el lado de los indios sucumbieron alrededor de 1000 hombres.
Capítulo IX: Volvieron a su real y se repartieron la gente. A partir de allí acaeció mucha hambruna. Tres españoles hurtaron un caballo y se lo comieron a escondidas. Se les dio tormento hasta que confesaron. Fueron condenados a la horca. Apenas ajusticiados, durante la misma noche, los españoles cortaron muslos y otros pedazos de carne y se los comieron. También otro español se ha comido su propio hermano que estaba muerto. Esto ha sucedido en el día de Corpus Cristi en la sobredicha ciudad de Buenos Aires.
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