miércoles, 31 de marzo de 2021

Generación del 37: ideas y representantes de la Literatura fundacional

 


Literatura fundacional argentina:

     El período literario que atravesaba los primeros años posteriores a la emancipación de España, será recordado como el período en el que comienza a construirse en nuestro país la etapa literaria conocida por la Literatura Fundacional Argentina. Para mayor información sobre el porqué de esa denominación de inicio de una corriente propia y nacional pulse aquí

     Comienza a partir de entonces, un período conocido como Romanticismo, el que llegará de la mano de las ideas que Echeverría traerá de Francia y que continuará en la Argentina hasta el momento en el que se publica la Ida de Martín Fierro en 1872.

     El Romanticismo fue un movimiento estético, filosófico y artístico que surgió en la Europa del siglo XVIII como oposición a los planteamientos racionalistas y cosmopolitas de la Ilustración francesa, así como a la sociedad que el incipiente capitalismo burgués estaba construyendo. El Romanticismo literario es, claro está, su rama literaria y una de las más importantes del movimiento.
La literatura romántica se hizo eco del llamado “Espíritu romántico”, que contrapuso a los lineamientos racionalistas un énfasis claro en las subjetividades artísticas, en la inspiración y lo onírico, lo original como evidencia del espíritu irrepetible del hombre.
El romanticismo literario tuvo su apogeo a principios del siglo XIX, en plena entrada a la modernidad contemporánea, y ejerce su influencia estética hasta hoy, si bien tuvo su declive hacia finales del mismo siglo y cedió paso a otras vertientes literarias como el simbolismo y el parnasianismo.

Ideas y representantes de la generación del 37

El romanticismo literario:
Lo natural y la tradición. Los relatos del romanticismo echó mano de la tradición mitológica grecolatina.
La literatura romántica privilegió las temáticas preindustriales, viendo en la vida rural y la vuelta a la campiña un refugio para la originalidad y la pasión artística, contrapuesto a la frialdad racional de las ciudades homogéneas. Sus relatos a menudo echaron mano a tradiciones folklóricas, a la tradición mitológica grecolatina o a imaginarios similares.
Nacional y popular. Donde la ilustración francesa veía lo cosmopolita y la universalidad del hombre a partir de su espíritu racional, es decir, intentaba dar con patrones universales de la mente humana, el romanticismo valoró lo nacional, lo individual y lo popular, prefiriendo recuperar tradiciones locales olvidadas, apostando por los valores de antaño y no por el “progreso” encarnado en las ciencias.
El destino. También se rescató en el romanticismo la noción de destino, despreciada por la ilustración que veía el futuro humano en sus propias decisiones.
El artista romántico. El artista romántico era un ser iluminado o atormentado por sus sensibilidades.
El romanticismo opuso la inspiración y el arrebato divino, como formas de conexión del artista a cierta trascendencia, a la profesionalización del arte y los preceptos ilustrados que pretendían hallar patrones para la creación estética.
El artista romántico era un ser iluminado o atormentado por sus sensibilidades y que vivía su existencia mediante un pleno compromiso con el genio creativo individual, irrepetible y original.

Vertientes nacionales
Romanticismo latinoamericano. A lo largo de sus distintos países, el continente latinoamericano fue prolífico durante su época romántica, muy vinculada con el espíritu político nacionalista y con la lírica poética. Destacó sobre todo en países como México, Argentina, Colombia, Cuba y Venezuela.
Autores más destacados
Entre la miríada de nombres asociada al romanticismo, que fue además un movimiento de larga vida, podemos destacar a los siguientes:
Románticos latinoamericanos. Esteban Echeverría, José Hernández, Domingo Faustino Sarmiento, Juan Moreira (argentinos); José Eusebio Caro, Jorge Isaacs y Rafael Pombo (colombianos); Manuel Acuña y Mariano Azuela (mexicanos); José María Heredia y José Martí (cubanos); Alberto Blest Gana (chileno); Eduardo Blanco, Juan Antonio Pérez Bonalde (venezolanos).
El declive del romanticismo y la proliferación de autores que intentaban copiar o emular su espíritu sin tenerlo, gestó un significado al término “romántico” que se asoció a la floritura sentimental, a la cursilería y a los relatos amorosos. Así se desvirtuó el término “romántico”, tal y como se usa, por ejemplo, en la “comedia romántica” del cine y la televisión.

Fuente: https://www.caracteristicas.co/romanticismo-literario/#ixzz6L35L

Generación del 37: Sarmiento y las letras

   En la apasionada pluma de Sarmiento podrán encontrar cómo él describe que la perdición de la Nación está relacionada con el caudillismo y lo encarna en la persona de Facundo Quiroga, al cual desprecia pero también admira en muchos fragmentos de su libro Facundo, o civilización y barbarie en las pampas argentinas. 

Comparto aquí el audio libro para quien quiera escucharlo (es largo), o recomiendo para el que lo quiera leer podrá hacerlo en  pdf, mínimamente, presten debida atención a las primeras páginas en las que introduce la descripción de este caudillo, para que se entienda de qué manera se percibe la pasión expresada del romanticismo, el cual era mucho más que un estilo literario, sino que era una manera de vivir, dispuestos a matar o morir por los ideales y la defensa de la construcción de las nacionalidades.
   La lectura de todo el libro es optativa, es apenas una sugerencia más sobre autores y textos literarios que puedan servir a los propósitos de un futuro posible texto monográfico.

    Bien, estamos atravesando la literatura del siglo XIX y vemos que la misma está atravesada por los acontecimientos históricos que se vivían en toda América Latina y la literatura Argentina también acompañará todo este proceso.


 Como consecuencia de las guerras de independencia, los países que emergieron del mundo colonial quedaron arruinados económicamente, fragmentados socialmente y con una alta inestabilidad política. Esta sociedad ruralizada y militarizada formaba un escenario idóneo para los caudillos regionales y/o nacionales, que con su caciquismo iban a marcar profundamente la historia latinoamericana del siglo XIX.
    En realidad, la figura del caudillo ya existía en la sociedad colonial y descansaba fundamentalmente en la existencia de relaciones patrón-cliente y en el establecimiento de lazos de fidelidad y lealtades personales a cambio de seguridad y determinadas prebendas. Esta relación entre caudillismo y clientelismo señala John Lynch, en su obra Caudillos en Hispanoamérica, el cual considera que el surgimiento del caudillismo se apoya en un trípode conformado por la inexistencia de reglas formales; la competencia política dirimida a través de conflictos armados; y una sociedad bipolar de terratenientes y peones, entrelazados por relaciones clientelares. 


  En ese Estado, el personalismo reemplaza a la ley, la violencia se torna la forma aceptable de dirimir conflictos políticos, pero la estructura social se mantiene inalterable, protegida por el caudillo.  La inestabilidad política y el debilitamiento del poder central revalorizaron la figura de los caudillos, convertidos por las circunstancias en los principales garantes del orden y de la cohesión social a escala local o regional. La figura del caudillo se manifiesta al margen de las opciones políticas o ideológicas de la época, los había federalistas o unitarios, liberales y conservadores.  

Les recomiendo que compartamos el siguiente documental, en el cual se explica claramente cómo el Romanticismo en la Argentina era panfletario, es decir político, que expresaba en los años 30 la oposición entre Federales y Unitarios en la política que también estaba representada en el político y hombre de letras Sarmiento, el
autor de Facundo, Civilización y barbarie, quien en oposición como Unitario frente a los Federales de Rosas, tuvo que exiliarse a Chile.
   Pero Sarmiento también tuvo otros enemigos políticos, los gauchos, los que representaban para él los hombres que habían sostenido a los federales, esa horda "carnificina" que describía Echeverría en El matadero. 
Un político federal, opositor y enemigo acérrimo de Sarmiento, fue José Hernández, quien también se dedicó a escribir, y fue el autor más representativo de la literatura que le ponía voz a las injusticias que vivían a diario los gauchos en las décadas de 1860-70, período durante el cual transcurrió también la Presidencia Sarmiento.
   

lunes, 22 de marzo de 2021

Desde la Marcha Patriótica hasta el Himno Nacional Argentino

 Himno Nacional Argentino (original)

Himno Nacional Argentino



 



 El Himno nacional argentino fue
escrito por Vicente López y Planes en 1812, compuesto por Blas Parera en 1813 y
arreglado por el músico Juan P. Esnaola en 1860.



La versión original
tiene un coro y nueve estrofas, cada una formada por dos cuartetas decasílabas.
Sin embargo, por un decreto oficial de 1900, solo se interpretan solamente algunas cuartetas, además del coro. El día del himno nacional argentino se
celebra el 11 de mayo.



Letra completa



ESTROFA 1

¡Oíd, mortales!, el grito sagrado:

¡libertad!, ¡libertad!, ¡libertad!

Oíd el ruido de rotas cadenas

ved en trono a la noble igualdad.

Se levanta en la faz de la tierra

una nueva gloriosa nación.

Coronada su sien de laureles,

y a sus plantas rendido un león.



CORO

Sean eternos los laureles

que supimos conseguir:

coronados de gloria vivamos,

o juremos con gloria morir
.



ESTROFA 2

De los nuevos campeones los rostros

Marte mismo parece animar.

La grandeza se anida en sus pechos

a su marcha todo hacen temblar.

Se conmueven del Inca las tumbas,

y en sus huesos revive el ardor,

Lo que ve renovando a sus hijos

de la Patria el antiguo esplendor.



ESTROFA 3

Pero sierras y muros se sienten

retumbar con horrible fragor.

Todo el país se conturba por gritos

de venganza, de guerra, y furor.

En los fieros tiranos la envidia

escupió su pestífera hiel.

Su estandarte sangriento levantan

provocando a la lid más cruel.



ESTROFA 4

¿No los veis sobre México y Quito

arrojarse con saña tenaz?

¿Y cuál lloran, bañados en sangre

Potosí, Cochabamba y La Paz?

¿No los veis sobre el triste Caracas

luto, y llanto, y muerte esparcir?

¿No los veis devorando cual fieras

todo pueblo que logran rendir?



ESTROFA 5

A vosotros se atreve argentinos

el orgullo del vil invasor.

Vuestros campos ya pisa contando

tantas glorias hollar vencedor.

Mas los bravos que unidos juraron

su feliz libertad sostener

a estos tigres sedientos de sangre

fuertes pechos sabrán oponer.



ESTROFA 6

El valiente argentino a las armas

corre ardiendo con brío y valor:

El clarín de la guerra, cual trueno

en los campos del Sud resonó.

Buenos Aires se pone a la frente

de los pueblos de la ínclita unión.

Y con brazos robustos desgarran

al ibérico altivo león.



ESTROFA 7

San José, San Lorenzo, Suipacha,

ambas Piedras, Salta y Tucumán,

la colonia y las mismas murallas

del tirano en la banda Oriental.

Son letreros eternos que dicen:

aquí el brazo argentino triunfó;

aquí el fiero opresor de la Patria

su cerviz orgullosa dobló.



ESTROFA 8

La victoria al guerrero argentino

con sus alas brillantes cubrió.

Y azorado a su vista el tirano

con infamia a la fuga se dio.

Sus banderas, sus armas, se rinden

por trofeos a la libertad.

Y sobre alas de gloria alza el pueblo

trono digno a su gran majestad.



ESTROFA 9

Desde un polo hasta el otro resuena

de la fama el sonoro clarín.

Y de América el nombre enseñando

Les repite, mortales, oíd:

Ya su trono dignísimo abrieron

las Provincias Unidas del Sud.

Y los libres del mundo responden

al gran pueblo argentino, salud.

Historia



En 1812, en nombre de
la asamblea, Manuel José García le encargó la canción patriótica a fray
Cayetano Rodríguez y a Vicente López y Planes, poeta y cabildante.



La iniciativa
respondía a la creciente popularidad de un himno libertario escrito por el
dramaturgo Luis Morante para la obra 25 de mayo –basada en la
Revolución de 1810–, la cual se presentaba en la Casa de la Comedia de Buenos
Aires.



No queda claro qué
pasó con el encargo de Rodríguez, pero la obra de López y Planes se dio a
conocer frente al Cabildo en noviembre de 1812.



Tras una ampliación
del texto 1813, se modificó el carácter antiespañol de la letra por uno más
próximo al espíritu monárquico, ya que Inglaterra se mostraba contraria a la
autonomía de las colonias españolas.



El 11 de mayo de 1813
se oficializó la pieza bajo el nombre de Marcha Patriótica. Luego
se llamó Canción patriótica nacionalCanción
patriótica
 
y, desde 1847, Himno nacional argentino.



En el año de 1860, el
músico Juan P. Esnaola realizó un nuevo arreglo musical sobre la composición de
Parera, que también se ha reconocido oficialmente.



En 1900, bajo el
argumento de dotar al himno de “atemporalidad” y limar asperezas con la
diplomacia española, el general Julio Argentino Roca ordenó que las estrofas se
redujeran a la primera y última cuarteta. Fue así que el himno nacional
argentino alcanzó su forma actual.



Los poetas entre la Revolución y la Independencia

Testigos de la lucha por la Independencia, los poetas incitan a combatir la dominación española, exaltan a los próceres revolucionarios y cantan las victorias de las fuerzas patriotas. Pero no quisieron ser sólo testigos y cantores. En algunos de los varios frentes de la lucha revolucionaria ocuparon puestos de primera fila. Fueron también soldados, como Esteban de Luca y Juan Ramón Rojas; estadistas, como Vicente López y Planes; educadores, como Juan Lafinur y Juan Cruz Varela. Sea cual fuere el terreno en en que le cupo actuar, su gran preocupación fue la defensa de la libertad recién conquistada y la exaltación del esfuerzo y coraje patrióticos.

Durante todo el período de la Revolución y de la lucha por la Independencia, vale decir, de 1810 a 1824, las composiciones de esos poetas aparecen en los periódicos de entonces: La Gaceta, El Censor, El Grito del Sud, La Prensa Argentina, El Curioso, La Abeja Argentina, El Centinela, etc. Ellas son el eco emocional de los acontecimientos ocurridos en esta crítica etapa de nuestra historia, por ello, constituyen un valioso testimonio del espíritu colectivo de la época. 

Significado



El tema esencial de estas composiciones es la exaltación de la libertad e independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata y de toda América. Pero sobre esa trama se entretejen tres motivos dominantes: el indianismo o indigenismo, el americanismo y el antiespañolismo.

El “grito sagrado” del
himno nacional argentino es la frase “¡Libertad! ¡Libertad! ¡Libertad!”. En
esta frase se condensa el sentido fundamental del himno que resume, por un
lado, los valores independentistas de la nación sureña, y por el otro, la
voluntad de conformar una nación fundada en el resguardo de la libertad para
sus ciudadanos.



El anhelo de libertad
es consustancial con el imaginario político de la Ilustración, impulsado por
los valores de la Revolución francesa de 1789 que proclamaba la consigna de
“igualdad, libertad y fraternidad”. Estos son los valores en los que se funda
el concepto del Estado moderno y el concepto de la República con separación de
poderes. Son metáforas de la igualdad frases como “Oíd el ruido de rotas
cadenas; ved en trono a la noble igualdad”.



El imaginario político
del siglo XIX, tocado también por ideales románticos, confiere a estos ideales
un nuevo sentido presente en el himno argentino: la nación, es decir, la idea de
un Estado moderno que coincide con los límites de un pueblo unido en su
geografía, lengua y cultura, un pueblo que comparte una “identidad”. Es esto lo
que permite a los “libres del mundo” reconocer la existencia de un “gran pueblo
argentino”.



El himno invoca la
necesidad de que tales valores, merecidos con la inteligencia y el esfuerzo,
sean atemporales y que, de esa forma, sean reconocidos y loados. Así, menciona
la figura de los laureles, símbolo griego que representa la victoria. El texto
expresa, por ende, tanto el deseo de que aquellos logros sean perennes como el
compromiso de empeñar la vida en mantenerlos.



Este sentido está
presente también en el texto original. Sin embargo, en este se alude la
experiencia histórica concreta de Argentina a partir de la Revolución de mayo
de 1810, que significó el comienzo de la gesta independentista con respecto al
dominio español.


Bibliografía Consultada: 

AA. VV., La lira argentina, Tomo VIII, CEAL, Bs. As., 1979.

miércoles, 17 de marzo de 2021

Oraciones compuestas por coordinación, yuxtaposición y subordinación

 Hay tres tipos de oraciones compuestas

1) por yuxtaposición (a través de signos de puntuación); 

2) por coordinación (por nexos coordinantes); 

3) por subordinación

A cada una de las oraciones (que serán consideradas suboraciones dentro de la oración compuesta) que conforman a la oración compuesta, se las denomina proposiciones.

Los invito a repasar en este link cuáles son las oraciones compuestas por yuxtaposición y cuáles las oraciones compuestas por coordinación.

Oraciones subordinadas

  La proposición subordinada es un conjunto de palabras que manifiesta la actitud del hablante, pero no tiene autonomía sintáctica. Está incluida dentro de una construcción mayor.

   Estas proposiciones están en relación de dependencia y no poseen la misma jerarquía gramatical, ya que una de ellas está subordinada  a otra, llamada proposición principal, respecto de la cual desempeña una función gramatical. Desde el punto de vista semántico puede funcionar como si fuera un sustantivo, un adjetivo, o un adverbio.

 Se denomina proposición SUBORDINADA a aquella construcción que está "incluida" dentro de una unidad mayor (una PRINCIPAL), pero que puede ser analizada -al igual que la oración- como bimembre o unimembre. 

  Dependiendo de las funciones sintácticas que asuman, las proposiciones subordinadas se clasifican en tres categorías:  
1) proposiciones incluidas adjetivas (PIA); 
2) proposiciones incluidas sustantivas (PIS); 
3) proposiciones incluidas adverbiales (PIAdv.). 
  No se preocupen, que en próximas clases nos ocuparemos de profundizar un poco más sobre aprender y comprender cómo se analizan algunas de estas oraciones compuestas.

  

Verbos regulares con alteraciones ortográficas

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Alteraciones ortográficas en la grafía de los verbos

Si solo cambia la grafía NO lo convierte en regular

1) Verbos terminados en -car, -gar, -guar, y -zar

terminación                    modificación                     Infinitivo      Pret. Ind      Pres. Subj.
                       ortográfica
-car            c x qu         sacar         saqué     saque
-gar            g x gu        llegar         llegué    llegue
guar           gu x gü     averiguar   averigüé averigüe
-zar           z   x  c        alcanzar   alcancé    alcance

1) Verbos terminados en -cer, -cir, -ger, -gir, -guir y -quir

terminación          modificación      Infinitivo      Pres. Ind      Pres. Subj.
                     ortográfica
-cer            c x z         mecer         mezo        meza
-cir             c x z          zurcir        zurzo        zurza
-ger           g x j          proteger   protejo       proteja
-gir            g x j          rugir         rujo            ruja
-guir         gu x g      distinguir  distingo     distinga
-quir          qu x c      delinquir   delinco      delinca
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Verbos: Cadenas de irregularidades

 

Distintas cadenas de irregularidades 

Si lo desean, pueden ver este tutorial

  

Las irregularidades comunes son las que se dan, de acuerdo con la agrupación de los tiempos presente, pretérito, y futuro, en ciertos verbos. 

Del presente de Indicativo, de Subjuntivo, de Imperativo

Si un verbo es irregular en el presente de Indicativo, también lo será en los de subjuntivo  e Imperativo.

1) cambio de la vocal del radical (raíz): 

o  en ue: contar, cuento (Ind.); poder, pueda (Subj); rodar, rueda tú (Imperativo).

e  en ie: herir, hiero/hiera/hiere tú

e en i : decir, dices/digas/di tú


2) adición de una consonante al radical: 

* tener, tengo: la conjugación regular debería ser "teno", por lo tanto incorporó una "g" a la raíz

* conducir, conduzco: del mismo modo aquí incorporó una "z"


Del pretérito

Si un verbo es irregular en el pretérito perfecto simple, presentará una forma irregular en el pretérito imperfecto del subjuntivo y en el futuro del subjuntivo.

1) cambio de la vocal e del radical en i: decir, dije/dijera/dijere; sentir, sintió/sintiera/sintiere

2) cambio de lugar del acento que pasa de estar en el último lugar al penúltimo: venir, vine/viniera/viniere.

Del futuro

Cuando un verbo es irregular en el futuro del Indicativo también lo será en condicional.

1) Pérdida de la vocal de la desinencia, o de una vocal y una consonante

El futuro debería incorporar una "e" al infinitivo, pues es heredado de la perífrasis, es decir el conjunto de varias palabras, amar he; temer he; partir he, que luego quedó por fonética unido.

Entonces, hacer debería ser en futuro regular haceré; sin embargo, perderá ce y quedará irregular por esa pérdida, haré/haría

2) Pérdida de una vocal e incorporación de una consonante:

Por ejemplo, poner en el futuro regular debería ser "poneré"; al perder la vocal pretónica "e", quedaría "ponré" y en el uso por comodidad fonética termina incorporando una "d".

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Ejercitación: serán corregidos mañana de manera oral.

a) Completar las siguientes oraciones, conjugando el verbo que aparece en su infinitivo en el tiempo que está indicado y en la persona que corresponde al contexto

b) Si hubiese irregularidad, explique el porqué.  


1- Dile a Juan que (calentar) ----------------  la sopa y que (tostar) ------------  el pan para el almuerzo.

 [en presente de subjuntivo]


2) Ella dice que es la única que (fregar) ----------------- los platos cuando todos (almorzar) --------------

 [en presente de indicativo]


3) No (forzar) --------------- las leyes, hagas lo que hagas no creo que el juez (absolver) ----------------- al muchacho. [en presente de subjuntivo]


4) (helar) ----------------- en la cordillera, al sur de Neuquén.  [en presente de indicativo]


5) ¿No te (avergonzar) ------------------- de ver cómo yo (colgar) ------------------ tu ropa en el placard todos los días?  [en presente de indicativo]


6) Si no es necesario que yo (desosar) ----------------------- a las gallinas, ni (desollar) ------------------------ a los chanchos; mejor (holgar) ----------------------------.  [en presente de subjuntivo- pte. de ind.]


7) (Enredar) ------------------- más el ovillo, el que lo (desenredar) ...................... apresuradamente. [presente de ind.]

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martes, 16 de marzo de 2021

Verbos: raíz y desinencia


Verbos regulares e irregulares


Raíz y Desinencia
 

Vamos a identificar cuáles son las distintas partes que conforman un verbo. Un verbo está formado por



 amar  =         am-                            -o / -é / -aba/ -aré / -aría
raíz + desinencia
La raíz es el elemento sufijos flexionales, llamados morfemas. Son los ele-
históricamente irreductible mentos capaces de expresar categorías gramaticales
del verbo. como el género, número, tiempo, persona, etc,

                                                              

Si la raíz se conserva en todas las formas conjugadas de un verbo, es decir, si sólo sufre variaciones en la terminación o desinencia del mismo y su base radical permanece más o menos idéntica, se lo denomina verbo regular.

   Aquellos verbos en cuya conjugación aparecen alteraciones en la terminación, en la raíz o en ambas a la vez, se los denomina verbos irregulares.

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Las irregularidades de los verbos se pueden clasificar en propias y comunes. 

 Las irregularidades propias son las de algunos verbos que tienen formas muy particulares y como bien señala su nombre, le son propias a ese verbo y no a otros. Por ejemplo, veamos que en estos casos, desaparecen por completo las raíces e incluso, en algunos casos, también la desinencia:

caber (quepo/quepa/cupiese/etc.); ir (voy/vayas/fueres/etc); haber (he/hubiese/has/ etc.); ser (soy/fueras/hubiese sido/etc.) estar, etc.).

 Un verbo puede ser completamente irregular o conservar su raíz en algunos tiempos verbales y/o personas. Podríamos preguntarnos entonces, para saber si es irregular, tengo que conjugarlo en todos los tiempos, modos y personas? La respuesta sería que no, que no hace falta. En nuestras próximas clases veremos cuáles son las irregularidades comunes y en qué tiempos y personas suelen suceder.


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Funciones del lenguaje

  Un mensaje siempre se emite con un propósito determinado, por ejemplo, informar, opinar, producir una determinada sensación o dar una orde...