jueves, 17 de junio de 2021

Barroco en España

 


Renacimiento y Barroco: concepto y definición.


Etimológicamente viene  probablemente, de “berrueco” o
 “barrueco”, la perla de contornos irregulares, y ésta a su vez, de “verruga” (en latín: “verruca”). De ahí pasó a designar el estilo complejo, “arrugado”. Especialmente en España el término “barroco” ha ganado considerable aceptación para designar un estilo literario que se caracteriza por el abandono del aplomo y la frontalidad clásicos del Renacimiento y que tiende hacia las formas extremadas del conceptismo y del culteranismo en poesía. 
El crítico alemán Heinrich Wölfflin ha sostenido que “el barroco es una constante histórica que reaparece en oposición a un estado previo de índole clásica”. 

Características del Barroco
El barroco es un fenómeno artístico de la Europa del Renacimiento cuya fisonomía se distingue por los siguientes rasgos:
1) Un desbordamiento de la línea sobria que caracteriza toda manifestación clásica greco-latina.
2) Una tendencia a la yuxtaposición de elementos que tiende a llevar la obra a lo difuso, lo complicado y lo rebuscado.
3) Una construcción abierta, libre, que no se somete al rigor geométrico de las construcciones clásicas.
4) Una evidente predisposición a que la obra no se manifieste con absoluta claridad, sino envuelta en veladuras, en formas enigmáticas, en expresiones de difícil alcance.
    Como puede verse, el barroco aparece como una reacción contra el espíritu claro y lineal que caracterizó la primera etapa del Renacimiento, de imitación grecolatina. Se da como un fenómeno europeo del siglo XVII, que tuvo su expresión más ejemplar en España, y la tuvo allí como una consecuencia más de la Contrarreforma como una:
a) Lucha contra las formas excesivamente paganas del Renacimiento francés e italiano.
b) Lucha contra las ideas dominantes en muchas zonas de Europa.
c) Defensa de las ideas nacionales españolas y de su tradición espiritual y artística nacidas en la Edad Media, donde predominaba una tendencia hacia las formas complicadas, vale decir, barrocas.
d) Consecuencia del llamado “estilo jesuítico”; compleja elegancia en la que gustaban escribir los hijos de la Compañía de Jesús, tanto en latín como en las lenguas romances.
En España, esta “época barroca” (que alcanzó a la arquitectura, llena de adornos y complicaciones; a la escultura y a la pintura con el Greco y  Velázquez) se desdobla en dos corrientes que luego de transitar caminos paralelos, terminan por identificarse casi en una misma corriente. 
* Una de las tendencias es el Culteranismo, que se da más en verso que en prosa, y busca nuevos cauces poéticos a través de la originalidad. 
* La otra tendencia es el Conceptismo que disloca y renueva las ideas, amanerando el concepto o el pensamiento. Naturalmente esta tendencia va acompañada de una lengua apropiada y, por lo tanto, cae en el Culteranismo. Su campo está en la prosa y deriva principalmente en la sátira. El nombre síntesis del conceptismo español es Francisco de Quevedo (1580-1645). 

Los caracteres del Culteranismo, escuela literaria, son tanto de fondo como de forma

Caracteres de fondo:
1 . Poesía culta, selecta o para minorías (el poeta no escribe para el vulgo, de interpretación casi exclusivamente intelectual).
2 . Es una poesía de misterio, cerrada, en la que, deliberadamente y poniendo para ello todos los recursos, el pensamiento del poeta se expresa por medio de la forma más complicada y oscura posibles.
3 . Se inspira casi siempre en los temas de la mitología clásica, lo cual supone, si no existe en el lector un minucioso conocimiento de esta disciplina, otra grave complicación para la inteligencia de sus composiciones.

Caracteres de forma:
1 . Busca siempre un vocabulario exquisito. Son los llamados “cultismos”, es decir: palabras derivadas directamente del latín, que no eran de uso vulgar corriente. Muchas de estas palabras (fulgor, arrogar, joven, candor, construye, armonía, métrica, etc.) son hoy tan usuales como cualquier otra, pero entonces, tenían un “valor aristocrático” dentro del lenguaje.
2 . A la renovación del vocabulario corresponde una renovación de la sintaxis. Ésta tiende, como todo el arte barroco, a lo complicado, difícil y oscuro. De todos los recursos sintácticos empleados, el más frecuente es el hipérbaton, que es la alteración del ordenamiento lógico de la oración (sujeto+verbo+complementos), que en español es frecuente, y que Góngora (principal representante de la escuela culterana; natural de Córdoba en 1561; de enorme influjo en la lírica americana), por ejemplo, llevó a un grado de extraordinaria exageración.
3 . El verso tiende a la melodía. El poeta quiere y busca una musicalidad expresiva.
4 . Por último, el “hermetismo” de la poesía culterana se obtiene por el gran recurso de las analogías y las metáforas brillantes e inesperadas. Las metáforas suelen ser complejas, buscando correspondencias remotas (“ramillete con alas” > el pájaro), cuando no son complicadas con sutiles referencias mitológicas (“el mentido robador de Europa” > el toro, es decir, Júpiter transformado en toro, que fue la forma adoptada por éste a fin de raptar a la esquiva ninfa Europa).

miércoles, 9 de junio de 2021

Los componentes de la situación comunicativa


 La situación comunicativa

Cada vez que nos comunicamos,
intervienen en el proceso seis elementos, a saber: 

Mensaje: es el contenido que produce cada emisor 

(en nuestro caso, sería
literalmente todo el contenido escrito por los autores en “La casa de las
palabras” y “El alumno nuevo”).
6

Emisor: el sujeto o los sujetos que producen el mensaje 

(si lo pensamos desde
los textos leídos en esta clase, los emisores serían Eduardo Galeano en un caso y
Pablo de Santis en el otro). 

Receptor: el destinatario real a quien va dirigido el mensaje (en nuestro ejemplo,
los lectores de esos textos literarios). 

Referente: es el tema sobre el que tratan esos mensajes que intercambian los
emisores y receptores de una situación comunicativa (siguiendo con el ejemplo
de los textos de Galeano y De Santis, podríamos decir que el referente del
primero de ellos sería la relación que tienen los poetas con las palabras en el
sueño de la protagonista; mientras que el referente del segundo texto sería la
historia de un alumno muy particular). 

Código: es el sistema convencional de signos que deben compartir los
participantes de la situación comunicativa. Puede ser lingüístico (palabras) o no
lingüístico (gestos, imágenes, dibujos). 

Los textos de Galeano y de Pablo de
Santis poseen un código lingüístico dado que están compuestos por palabras.

 ● Canal: es el medio físico a través del cual los mensajes se transmiten. Puede ser
ser oral/auditivo (la oralidad, los sonidos), escrito o visual (la escritura, las imágenes) o audiovisual (mensajes televisivos o cinematográficos) 

(en el caso de los textos de Galeano y De Santis,
sería escrito). 

Contexto: También es importante tener en cuenta que los mensajes se producen en un marco
determinado; en otras palabras, se producen en un tiempo y lugar que influyen
definitivamente en ellos. Por ejemplo, poder determinar el marco nos permite
diferenciar un destinatario “ideal” de uno “real”. Los elementos descriptos
anteriormente componen toda situación comunicativa. 

Circuito de la comunicación

viernes, 4 de junio de 2021

Facundo Quiroga, el caudillo, en la pluma de Sarmiento

 Sarmiento y el caudillismo

 En la apasionada pluma de Sarmiento se puede encontrar de qué manera él describe que la perdición de la nación está relacionada con el caudillismo y lo encarna en la persona de Facundo Quiroga, al cual desprecia pero también admira en muchos fragmentos de su libro:

 Facundo, o civilización y barbarie en las pampas argentinas. 
  Compartamos aquí el audio libro para quien quiera escucharloo recomiendo para el que lo quiera leer podrá hacerlo en  pdfy presten debida atención a las primeras páginas en las que introduce la descripción de este caudillo, Facundo Quiroga, para que se entienda de qué manera se percibe la pasión expresada del romanticismo, el cual era mucho más que un estilo literario, sino que era una manera de vivir, dispuestos a matar o morir por los ideales y la defensa de la construcción de las nacionalidades.


La literatura del siglo XIX 
   Se puede ver que la misma está atravesada por los acontecimientos históricos que se vivían en toda América Latina y la literatura Argentina también acompañará todo este proceso.
  Como consecuencia de las Guerras de Independencia, los países que emergieron del mundo colonial quedaron arruinados económicamente, fragmentados socialmente y con una alta inestabilidad política. Esta sociedad ruralizada y militarizada formaba un escenario idóneo para los caudillos regionales y/o nacionales, que con su caciquismo iban a marcar profundamente la historia latinoamericana del siglo XIX.
    En realidad, la figura del caudillo ya existía en la sociedad colonial y descansaba fundamentalmente en la existencia de relaciones patrón-cliente y en el establecimiento de lazos de fidelidad y lealtades personales a cambio de seguridad y determinadas prebendas. Esta relación entre caudillismo y clientelismo señala John Lynch, en su obra Caudillos en Hispanoamérica, el cual considera que el surgimiento del caudillismo se apoya en un trípode conformado por la inexistencia de reglas formales; la competencia política dirimida a través de conflictos armados; y una sociedad bipolar de terratenientes y peones, entrelazados por relaciones clientelares. 


  En ese Estado, el personalismo reemplaza a la ley, la violencia se torna la forma aceptable de dirimir conflictos políticos, pero la estructura social se mantiene inalterable, protegida por el caudillo.  La inestabilidad política y el debilitamiento del poder central revalorizaron la figura de los caudillos, convertidos por las circunstancias en los principales garantes del orden y de la cohesión social a escala local o regional. La figura del caudillo se manifiesta al margen de las opciones políticas o ideológicas de la época, los había federalistas o unitarios, liberales y conservadores.  

Es importante recordar que, el Romanticismo en la Argentina era panfletario, es decir político, que expresaba en los años 30 la oposición entre Federales y Unitarios en la política que también estaba representada en el político y hombre de letras Sarmiento, el
autor de Facundo, Civilización y barbarie, quien en oposición como Unitario frente a los Federales de Rosas, tuvo que exiliarse a Chile.
   Pero Sarmiento también tuvo otros enemigos políticos, los gauchos, los que representaban para él los hombres que habían sostenido a los federales, esa horda "carnificina" que describía Echeverría en El matadero. 

Un político federal, opositor y enemigo acérrimo de Sarmiento, fue José Hernández, quien también se dedicó a escribir, y fue el autor más representativo de la literatura que le ponía voz a las injusticias que vivían a diario los gauchos en las décadas de 1860-70, período durante el cual transcurrió también la Presidencia Sarmiento.

jueves, 3 de junio de 2021

La literatura fantástica y el relato maravilloso

Relato maravilloso

Los cuentos maravillosos tienen características que se repiten en mayor o menor medida. A saber:

* Existe un elemento mágico que le da un poder al protagonista (una capa, un sombrero, bebidas mágicas, etc.).

* Las historias no se desarrollan en un tiempo y espacio determinados. Por ejemplo: "Había una vez, en un lejano país..."

* No se respetan las leyes de la naturaleza. Por ejemplo: animales que hablan; hombres invisibles; etc.

* Se exageran las características de las personas (muy buenos, muy malos , muy avaros, muy valientes, muy hermosos, muy feos, etc.), e incluso hay marcados contrastes entre los personajes: bueno/malo; viejo/joven; hombre, monstruo; etc. 

* La apertura y el cierre del cuento son más o menos con las mismas frases: "Había una vez...", "Erase una vez...", "...Y vivieron felices para siempre.", "Colorín colorado...", etc.

* Hay repeticiones de números como cábalas. Por ejemplo: tiene que superar tres pruebas, se piden tres deseos, debe resolver siete enigmas, etc.

* Existen seres maravillosos (brujas, gnomos, hadas, ogros, etc.) que viven e interactúan con los humanos. También hay personajes que encarnan a la Muerte, a Dios o al Diablo.

* La acción se concentra en el personaje principal que no hace cosas inesperadas sino que actúa siempre de la manera correcta y siempre hay prohibiciones que el héroe debe recordar para lograr su objetivo.
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Literatura fantástica: orígenes


 El surgimiento de la literatura fantástica moderna es una típica consecuencia de los conflictos que afronta el pensamiento europeo desde la instauración del Romanticismo. 

  En la Edad Media prevaleció una cosmovisión sobrenaturalista que hizo posible, en literatura, la proliferación de cuentos maravillosos en los que se admitía de manera espontánea y normal la existencia de “otro mundo”, del cual procedían todos los hechos insólitos o extraordinarios que se introducían en la vida humana de “este mundo” y la perturbaban. 
   En tal contexto histórico se consideraban usuales la presencia de las hadas, los milagros de los santos, la acción de Satanás o de sus prosélitos, las magias y taumaturgias de toda índole, tal como lo confirman innumerables relatos considerados absolutamente verídicos y, por supuesto, verosímiles (según se desprende especialmente de multitud de leyendas religiosas).
   Con el transcurso del tiempo se produjo una radical transformación ideológica que circunscribió los alcances de la realidad al mundo de la vida cotidiana, al plano del acaecer secular. Estimulada por el avance de las ciencias y del empirismo filosófico, esta nueva visión estructuró un sistema en el que la posibilidad de lo mágico, lo extraño o lo siniestro pareció quedar excluida. A finales del siglo XVIII, con la irrupción prerromántica, comenzó una renovación del interés por el elemento sobrenatural, acaso favorecida por hondas convicciones que habían permanecido reprimidas en las zonas más penumbrosas del inconsciente.
   El intento de restaurar lo maravilloso se había tornado imposible por la solidez del secularismo imperante, pero como alternativa emergió un tipo de concepción en que los hechos insólitos o extraordinarios son manejados literariamente con la suficiente vaguedad como para resultar compatibles con nuestra imagen de la vida cotidiana e inclusive, según opina Tzvetan Todorov, se presentan como pertenecientes a una zona indeterminada en la que no es posible establecer si tienen origen en una objetividad sobrenatural o en una subjetividad morbosa. Este fenómeno parece formar parte de un complejo proceso que ha tendido a trasladar la noción de la realidad hacia un plano psicológico más bien que sociológico y del cual forman parte hechos literarios (como el avance de lo fantástico o el empleo del monólogo interior) y hechos más generales (como el afianzamiento del psicoanálisis). 


Características:


   La literatura fantástica se ha desarrollado principalmente en el campo de la narrativa y, con especial vitalidad, en el ámbito del cuento que permite un tratamiento más escurridizo y alusivo de las situaciones imaginarias. 
  La variedad de especies que admite esta producción es múltiple: el horror, lo sobrenatural, lo monstruoso, lo indeterminado, la especulación metafísica, la conciencia de la culpa o el pecado, etc.
Algunas variedades de este tipo han logrado emanciparse y han constituido especies independientes, como sucede con la ciencia ficción. También la novela detectivesca parece emparentada en su origen con la producción fantástica, pues solía presentar un enigma indescifrable para la inteligencia común y requería las dotes casi sobrehumanas de un investigador excepcional para resolverlo.



Ingredientes de la materia fantástica:
 la literatura fantástica utiliza como punto de partida los misterios que plantean el hombre y su mundo y que no han tenido una explicación clara y certera: el tiempo, el espacio, los sueños, las dimensiones, la muerte...
   El autor elige uno de esos misterios como tema pero sin intención de resolverlo, sino que, valiéndose de la ausencia de respuestas y de su imaginación, logra crear la incertidumbre. Es por eso que, partiendo de elementos reales y cotidianos (a veces en forma gradual y otras abruptamente) anula la realidad y nos traslada al ámbito de lo misterioso y de lo inexplicable. La incertidumbre proviene de la vacilación entre una explicación natural o una sobrenatural. El escritor busca que el lector se pregunte acerca de la factibilidad de los sucesos, por eso elabora un relato verosímil, al que añade elementos extraños. Éste es el medio de producir la perplejidad y el suspenso, fuente de curiosidad, desazón y, a veces, miedo para el lector.

Tratamiento de la materia fantásticason prácticamente innumerables los medios de que se valen los autores de narraciones fantásticas una vez que han entrado en el proceso mental por el cual liberan su imaginación. Inveden tiempo, espacio, personajes o situaciones y, en ocasiones, todo a la vez.
 Cuando el personaje es presa de las fuerzas sobrenaturales, si es un ser humano puede sufrir, entre otros, el fenómeno de la metamorfosis; si es cualquier elemento de la realidad (animales, objetos, muerte, espíritu) se animiza y adquiere características propias del hombre.
  Si la invasión de lo fantástico se realiza por medio del tiempo y del espacio, se producen traslados a otros tiempos (ya sea al pasado como al futuro) anacronismos parciales; retroceso en la propia historia; detención del tiempo; desajustes entre el tiempo cronológico y el tiempo interior/psicológico; multiplicación en el tiempo; ruptura de las leyes físicas; transmutación de mundos; etc. Otro tema predilecto de los autores es la interrelación entre el sueño y la realidad: sueño dentro de otro sueño; conciencia de que se está soñando; sueños comunes a varias personas; etc. En todos los casos, con un elemento que, luego en la vigilia, deja un rastro: verbigracia, un objeto material presente en el sueño y presente en la vigilia.

Bibliografía consultada
AA.VV., Introducción literaria III, Estrada, Bs. As. 1988.
REST, Jaime, Conceptos fundamentales de la literatura moderna, CEAL, Bs. As., 1979.
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 Manuel Mujica Lainez nació en Buenos Aires en 1910 y murió en 1984. Escribió más de 20 libros entre los cuales vale la pena mencionar: Misteriosa Buenos Aires, Los ídolos, La casa, Invitados en el paraíso, Bomarzo, El unicornio, El viaje de los siete demonios, El brazalete y El escarabajo.
Varios de sus cuentos y novelas fueron llevados al cine y la televisión. Obtuvo múltiples premios por su obra literaria, entre ellos el Premio Nacional de Literatura en 1963 y la Legión de Honor del Gobierno de Francia en 1982. Sus libros fueron traducidos a más de quince idiomas.

Lectura compartida de El hombrecito del azulejo
Publicado en Misteriosa Buenos Aires, de Manuel Mujica Lainez. 



Gramática histórica: la evolución de los pronombres



 

Evolución de los pronombres personales de la primera y segunda persona del plural desde el latín al español moderno  




1) Niveles fonológico y morfológico.

** Estas formas pronominales tenían, junto a las normales conservadas desde el latín clásico nos y vos, formas enfáticas: nos + otros // vos + otros. 

** Hacia el 1400 aumentan los ejemplos -muy raros antes- de nos otros, vos otros, junto a nos y vos; en un principio las formas compuestas ponían de relieve el contraste con otra persona o pluralidad. 

** Estas formas, a finales de la Edad Media, empezaron a usarse como formas normales, sin especial intención enfatizadora, sin embargo la eliminación de nos y vos fue paulatina. La contienda entre nos, vos y nosotros, vosotros en la referencia a varios individuos se resuelve a favor de las formas compuestas, debido a que no eran equívocas, ya que nunca designaban individuo singular, mientras que vos sí lo hacía en usos reverenciales o corteses. De este modo, la segunda persona del plural incorporó el agregado otros ante la necesidad de establecer la diferencia entre el uso del singular y el plural (proceso de diferenciación), mientras que la primera persona del plural lo hizo por un proceso de analogía con vosotros.

2) Nivel semántico

Desde el punto de vista de la sociolingüística, nos señala Keller que "en todas las sociedades los hombres nos pueden decir quiénes son los que tienen la posición, el poder, el prestigio, y quiénes no lo tienen. 

     En el latín del siglo IV fueron codificadas estas diferencias dentro del sistema pronominal. En el latín clásico tú se usaba para dirigirse a una persona y vos para más de una persona. Pero en el siglo cuarto se comenzó a usar vos también para un solo individuo: el emperador. Este fenómeno se generalizó. Vos se extendió a todos los individuos de alta alcurnia." (1)  
    Con respecto a los orígenes de la bifurcación de la segunda persona gramatical alrededor del siglo IV, período en el cual se produce "la aparición de una segunda persona de respeto, es decir el uso de la segunda persona del plural vos dirigida a un solo individuo", afirma Solé que "surge inicialmente en el trato del emperador romano", a lo cual agrega que aunque sus orígenes son poco claros, es posible aventurar dos hipótesis: "la primera atribuye su aparición al aspecto representativo del emperador de una pluralidad política y de su poder de mando sobre la misma. El hecho de que el emperador se sintiera representante de un conjunto de personas habría motivado que utilizara la segunda persona del plural (...) La segunda atribuye el origen del vos mayestático a la división del imperio y la institución de dos autoridades supremas, correspondiendo así el plural a la inclusión de ambas." (2) 

   Luego, entre los siglos XII y XIV la norma del poder se cristalizó: la nobleza decía tú al pueblo y recibía vos, dentro de la familia los padres decían tú a los niños y recibían vos. Este simple fenómeno de las reglas de comunicación interpronominal nos revela todo un sistema de posición social.  De este modo, lo que comenzó siendo reverencia al emperador fue extendido al padre, al abuelo, a la madre, a la abuela, al hermano mayor. “Los padres se convirtieron 'pronominalmente' al menos, en potentados." (3)

   Como consecuencia, alrededor del siglo XVI comienza un proceso de revisión entre los nobles, se produce un recambio social de los pronombres de segunda persona: tú, pasa a ser de cortesía, y vos, como tratamiento reservado a los inferiores. Así, "en tiempos de Lope vos ya se había rebajado de rango tanto que en muchas circunstancias tú era menos familiar o condescendiente que vos." (4) 
En los casos de cortesía, debía tratarse de vuestra merced o vuestra señoría; "la repetición originó el paso de vuestra merced a vuesa merced, vuesançed, etc., y finalmente a voacé > vucé > vuced > vusted > usted; en el siglo XVII estas últimas formas eran propias de criados y bravucones, sólo después hubo de generalizarse usted." (5) 

   Al generalizarse usted como tratamiento de respeto, tú recobró terreno a costa de vos en el coloquio familiar, hasta eliminarlo durante el siglo XVII y quizá parte del XVIII en España. Las cortes virreinales adoptaron y difundieron estos cambios en las formas de trato social, pero de estas modificaciones sólo se enteraron las capitales virreinales que eran las que mantenían un contacto fluido con la metrópoli. Por aquellos tiempos, el Río de la Plata era muy poco poblado (el Virreinato del Río de la Plata se crea recién a fines del siglo XVIII cuando la moda ya había pasado).
En la actualidad, vos es utilizado en varios países hispanoamericanos para el trato íntimo, mientras que en el Río de  la Plata es usado como sociolecto culto (en el resto de América es mal visto, pues señala una marca social baja, así por ejemplo en Chiapas, un estado empobrecido de Méjico). Entre los hispanohablantes, se ha eliminado la distinción entre vosotros y ustedes, empleando ustedes tanto para el tratamiento de respeto como para el de confianza. 

     Como señaláramos oportunamente, en la España del mil quinientos, tú era el tratamiento que se daba a los inferiores, o entre iguales cuando había máxima intimidad, mientras que en otros casos - aun dentro de la mayor confianza-, se hacía uso de vos. Recordemos que vos que había quedado en la lengua como forma singular de cortesía, marcaba claramente las diferencias sociales: en las cortes virreinales se trata a los indios de tú, pero este trato no era recíproco. Veamos a modo de ejemplo que Muteczuma está obligado a tratar de vos a Hernán Cortés pues - además de ser un indio- como el  mismo cacique señala: "os obedeceremos y tenemos por señor en lugar de ese gran señor que decís".
     Pasado este período, esta forma de tratamiento sólo tuvo uso en España en tono elevado (para dirigir la palabra a Dios y a los Santos por ejemplo) o en poesía. En América en cambio, las clases más pobres poco a poco se lo apropian y ya todos comienzan a hablar de vos. Esto ocasionó la aparición del usted alrededor del siglo XVIII. Claro que vos no se perdió completamente, logró imponerse en algunas regiones de América - como por ejemplo en Argentina y  Uruguay- con el mismo valor que tú tiene en otras partes del mundo hispanohablante. (6)   

    En conclusión, hemos trabajado las formas pronominales tú, vos y usted  de manera exhaustiva porque son las que mejor reflejan en sus aspectos distributivos y semánticos la dependencia de las relaciones sociales de los hablantes y del medio sociocultural en el que ocurren.
La elección de una forma pronominal en detrimento de otra depende del papel que desempeñan las personas dentro del diálogo y del número gramatical singular o plural. Pero hay otros factores que también influyen y determinan en dicha selección:  "esta elección no está regida sólo por la gramática sino también por el contexto extralingüístico de la situación, la formalidad o informalidad de la misma, las convenciones sociales que rigen las relaciones personales y la distancia social o psicológica entre los interlocutores." (7)

    Entonces, después de todo lo expuesto estamos en condiciones de afirmar que desde el punto de vista de las formas (morfológicamente hablando), los pronombres personales heredaron el modelo del latín, pero éstos tuvieron cambios semánticos en el curso de la evolución de la lengua castellana. Su significación estuvo vacilando influida por los distintos factores sociales e históricos,  pues no debemos olvidar que es relevante la relación entre el lenguaje y el medio que lo produce y modifica. Así, los pronombres personales de segunda persona, singular y plural terminaron sufriendo un proceso de desgaste semántico de su connotación. Así, ha quedado demostrado que "la interdependencia entre sociedad y lengua, o en su manifestación concreta, entre la conducta social y el comportamiento verbal es innegable. La una supone a la otra, y ambas ejercen continua influencia recíproca." (8) 

En definitiva, los acontecimientos históricos, las conductas sociales y los comportamientos verbales han ido siempre de la mano.

 (1) Gary Keller, Revista "Bilingüe", City College of New York, Número 1, p 46.
(2) Solé, "Thesaurus", Boletín del Instituto Caro y Cuervo, pág. 167 y 168.
(3) Gary Keller, op. cit..
(4) Gary Keller, ibid., p 48.
(5) Rafael Lapesa, Historia de la lengua española,  p 392.
(6) Gary Keller, op. cit., 48.
(7)  Solé, op. cit., p 163.
(8)  Solé, op. cit.., p 161.

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
• Cortés, Hernán, Cartas de la conquista de México, Sarpe, Madrid, 1985.
•  Diccionario Enciclopédico Vox, Tomos 8, 9 y 22, Biblograf, Bogotá, 1976.
• Keller, Gary, Revista "Bilingüe", City College of New York, 1974.
• Lapesa, Rafael, Historia de la lengua española, Escelicer, Madrid, 1955.
• Solé, "Thesaurus", Boletín del Instituto Caro y Cuervo, 1970.

El Renacimiento español

 Características del Renacimiento en la Literatura 

En los reinos de España, a partir de 1492, año en el que Castilla se propone una expansión imperialista. Notarán que en este documental pulse aquí , se señala a la prosa histórica que funciona como documento durante la Conquista en América, sobre esa prosa hablaremos más adelante.

  El Renacimiento no sólo se extendió al campo del arte y de las letras, sino que fue una transformación histórica mucho más profunda y extensa, porque las nuevas ideas alcanzaron también a la política, la economía, la religión, las ciencias, las formas de vida y la actitud espiritual de las personas. 

   En España, no significó una liquidación total de lo medieval. Muchos contenidos, ideas y formas anteriores se incorporaron a lo nuevo, en una conjunción muy peculiar dentro de lo hispánico.                                                                                                                    
   Históricamente, el Renacimiento coincide con la unión de los reinos de Castilla y Aragón, por el matrimonio de Isabel y Fernando, los Reyes Católicos. Esta unidad política se complementa con otros acontecimientos que determinan la formación de una verdadera unidad espiritual:
a) el establecimiento de la Inquisición (1478)
b) la conquista del último reducto musulmán, el reino moro de Granada (1492)
c) la expulsión de los judíos del territorio peninsular (1492)
d) la reforma interna de la Iglesia católica
e) el descubrimiento de América (1492)
f) el nacimiento del poderío español en el mundo y la aparición de la idea imperial.

En el orden cultural se producen también varios hechos importantes

a) La introducción de la imprenta
e) La publicación de  la primera gramática de la lengua castellana, 
escrita con el objeto de lograr la unificación idiomática en España 
y el Nuevo Mundo (1492) 
  en España (1474).

b) La hegemonía de la lengua castellana sobre las otras lenguas peninsulares
 literarias, el catalán y el gallego. 

c) El florecimiento de las artes: música, literatura, pintura y escultura; las representaciones teatrales; la arquitectura con las grandes construcciones civiles y 
religiosas.



d) El auge de los estudios humanísticos inspirada en Erasmo de Rotterdam y sobre el ejemplo de Lorenzo Valla y Prieto Bembo, bajo la influencia itálica, que significó una fecunda actividad intelectual por parte de los traductores, maestros y universidades.


  
   “El Renacimiento –dicen Hurtado y Palencia- tuvo por resultado en el orden de las ideas el nacimiento del racionalismo mítico y a veces un materialismo exageradamente grosero; la obscenidad y la tendencia al paganismo religioso, despreciando lo cristiano por inferior a lo clásico..., sin contar la sátira contra el clero y el natural indiferentismo religioso.”

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IV                                                      XIV                XV                          XVI - XVII

            Edad Media                                           Transición               Renacimiento


Literatura de Transmisión oral                        Humanismo                         Barroco



La prosa renacentista

  Este movimiento cultural se inició en Italia y de allí se difundió inmediatamente por el continente europeo. La ruptura con el espíritu medieval había tenido ya su primera manifestación con el humanismo inmediatamente anterior (período de transición), es decir, el estudio de los libros griegos y latinos y a partir de allí se convertirá en el retorno al cultivo de las humanidades clásicas y de las formas arquitectónicas y plásticas derivadas de la cultura de Grecia y Roma antiguas.

    Gracias a la aparición de la Imprenta de tipos móviles, de la mano de Johannes Gutenberg en Alemania en 1474, la adquisición de los libros se hizo más accesible. Comienzan así a desarrollarse todos los géneros literarios. La prosa se convierte en el documento que expresará muchas de las voces y de las ideas del Renacimiento. 
  Hacia fines del siglo XV se esboza la novela española y adquiere formas modernas. En la creación de este género confluyen corrientes medievalistas y renacentistas.

1. La novela sentimental: esta especie de novela, llamada también amorosa, continúa y perfecciona la tradición medieval del cuento, casi siempre didáctico, y de los relatos caballerescos, tomados sobre modelos extranjeros. La novela sentimental desarrolla una pasión o asunto amoroso, dentro de un marco de convencionalismos literarios: exaltación sentimental, normas caballerescas, disquisiciones teóricas sobre el amor, etc. El avance hacia lo moderno está representado en este tipo de novela por el intento de describir la intimidad psíquica de los personajes y la naturaleza de la pasión amorosa. El mejor modelo de esta novela es Cárcel de amor (1492), de Diego de San Pedro.

 2. La novela de caballería: se originó de una degeneración en prosa de los primitivos cantares de gesta franceses. A finales del siglo XV se produce su mejor exponente: Amadís de Gaula. Trata de los amores y hazañas de famosos caballeros, que actúan dentro del código de caballería: amor puro, lealtad, honor y heroísmo. En ella se mezclan la historia y la leyenda. Paulatinamente ganó terreno la fantasía de los autores, al punto de convertirlas en un mundo fabuloso e irreal. Estas novelas gozaron de gran popularidad y se leyeron con fruición. La invención se fue haciendo cada vez más exagerada e inverosímil, hasta degradar en cuadros y escenas vulgares. Esto provocó la reacción de algunos espíritus críticos de la época, que se levantaron contra el mal gusto y el disparate. Cervantes llegó a parodiarlas en su famoso Quijote.

 3. La novela pastoril: contemporáneamente con el triunfo de la poesía italianizante, se produce en España la aparición de otro género proveniente de Italia, la novela pastoril. Allí había surgido como una continuación de la poesía bucólica de la antigüedad (Teócrito y Virgilio). Este tipo de novela es artificiosa y convencional, pues tanto las peripecias, como los personajes y el lenguaje, no convienen a la realidad. Es una idealización de los hechos, a partir de la idea platónica del amor, varias veces expuesta en los tratados del Renacimiento. 

4La novela picaresca: mientras se desarrollan y difunden en España la novela de caballería, la sentimental y la pastoril, surge este nuevo tipo de novela de carácter esencialmente realista, y por consiguiente, diferente en el fondo de las anteriores. La novela picaresca, a diferencia de los otros tipos novelescos, es una creación original del pueblo español. La obra más representativa y mejor lograda de toda la novelística picaresca española, y una de las obras maestras de la literatura hispánica es El Lazarillo de Tormes.aquí enlace

5. La novela morisca: se les llamaba moriscos a los moros bautizados que quedaron en España al terminar la Reconquista (toma de Granada en 1492). También se les daba este nombre a las obras literarias de los moriscos, escritas en árabe o aljamiados (escritos en castellano pero con caracteres arábigos / “aljamía”: nombre dado antiguamente por los moros al castellano) como por ejemplo el "Poema de Yusuf". Por otro lado, el mundo árabe es literaturizado durante el siglo XVI y las historias de cautivos cristianos en el norte de África también se ambientan en el mundo árabe.

  6. La novela bizantina: Es un subgénero de la novela idealista (llamada también novela griega) de tema amoroso y aventurero. El renacimiento fue la época fecunda en obras de este tipo. Figura entre ellas Los trabajos de Persiles y Segismunda de Miguel de Cervantes Saavedra. En estos relatos, la aventura y el encuentro/separación alternativos de la pareja de enamorados construyen tramas complejas, cuyo final convencional es el matrimonio de los protagonistas.


El humanismo

    Compartiremos, en primer término,  algunos documentales sobre Humanismo y Renacimiento pulse aquí,  y también un tutorial sobre Renacimiento y escritores representativos pulse aquí

    Sintetizaremos en el siguiente cuadro las modificaciones en el pensamiento y cómo fueron variando las condiciones socioculturales e históricas de las obras literarias que atravesaron la Edad Media, luego el siglo de Transición, pues, como hemos señalado, ningún cambio cultural ocurre de un día para el otro, pues, muchas veces pueden pasar hasta 50 años hasta que algo se modifique o que se preserve con alguna variante.

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Estilo y lenguaje en la lírica renacentista 


El amor cortés

Ejemplaridad: valiente, no egoísta, virtuoso, generoso, cortés, obediente, obediente a ella, y fiel. Sentimientos extremos: alegría cuando su amada le sonríe o le dirige la palabra y sufrimiento cuando le es indiferente o cruel.

Códigos de conducta: La poesía del amor cortés brinda retratos del exquisito tormento que el amante sufre, porque la fuerza de su amor le hace rendirse totalmente a ella. Obedece su dama en todo, aún cuando le manda alejarse.

Códigos lingüísticos:
- Se usan antítesis (opuestos) y paradoja (contradicción aparente) — dulce veneno, bien fingido, vivir muriendo — que expresan los varios efectos del amor no correspondido en el amado — no puede vivir sin ella, pero sufre cuando está y no responde a su atención o corresponde a su deseo.
- Su fidelidad a ella se describe con un vocabulario religioso que a veces linda con el sacrilegio: himnos, rezos, devoción, sacrificio, martirio, fe, y términos semejantes.
- La idea de amor como enfermedad se ve en vocabulario de medicina — receta, curar, vivir/morir, doliente.

* Corriente neoplatonista:
Siguiendo un tópico del amor cortés, el poeta diviniza a su amada. Su belleza le parece tan sublime que no alcanza a comprenderla del todo.
Se limita a creer lo que no entiende. Es decir, que ha sustituido la razón por la fe, convertida así en el principal sostén de su amor.
Con la belleza de la amada pasa lo mismo que con Dios, no hay que entenderlo, sino que basta con creer en él.
Más allá de la belleza de constituir una apasionada declaración de fidelidad a la amada, el terceto final insiste a comparar a la dama con una divinidad, pues, lo mismo que Dios, es capaz de dar la vida y la muerte.

Soneto X de Garcilaso de la Vega.
¡Oh dulces prendas, por mí mal halladas, 
dulces y alegres cuando Dios quería, 
Juntas estáis en la memoria mía, 
y con ella en mi muerte conjuradas! 

¿Quién me dijera, cuando las pasadas 
Horas que en tanto bien por vos me vía, 
que me habiáis de ser en algún día 
con tan grave dolor representadas?

Pues en una hora junto me llevastes
todo el bien que por términos me distes, 
llévame junto el mal que me dejastes; 

si no, sospecharé que me pusistes 
en tantos bienes, porque deseastes 
verme morir entre memorias tristes.

Análisis
Soneto de estética renacentista italianizante, está compuesto por catorce endecasílabos que se organizan en cuatro estrofas de las cuales dos son cuartetos y dos, tercetos. Emplea una rima consonante de patrón ABBA ABBA CDC DCD.
 Efusión doliente por la muerte de Isabel Freyre; su amada
Expresa dulce tristeza
El soneto de Garcilaso de modo paradigmático logra definir esa contradicción humana, conjugaron  sus versos dulzura y maldad, belleza y dolor: «¡Oh dulces prendas por mi mal halladas!».
Habla de los cabellos de una dama << oh dulces prendas>>
El soneto es imitación de Virgilio.
* Repetición variada, popular, propia del romancero.

Otro soneto de Garcilaso para compartir:

Soneto V
Escrito está en mi alma vuestro gesto,
y cuanto yo escribir de vos deseo;
vos sola lo escribisteis, yo lo leo
tan solo, que aun de vos me guardo en esto.

En esto estoy y estaré siempre puesto;
que aunque no cabe en mí cuanto en vos veo,
de tanto bien lo que no entiendo creo,
tomando ya la fe por presupuesto.

Yo no nací sino para quereros;
mi alma os ha cortado a su medida;
por hábito del alma mismo os quiero.

Cuando tengo confieso yo deberos;
Por vos nací, por vos tengo la vida,
por vos he de morir, y por vos muero.


*Este quinto soneto de Garcilaso nos expresa sus sensaciones y sentimientos al ver a la persona amada, la energía y las ganas de estar con ella que le genera y el recuerdo de cada uno de sus gestos.

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lunes, 17 de mayo de 2021

Edgar Allan Poe: vida y obra

 Edgar Allan Poe 



(Boston, EE UU, 1809 - Baltimore,
id., 1849) Poeta, narrador y crítico estadounidense, uno de los mejores
cuentistas de todos los tiempos. La imagen de Poe como mórbido cultivador de la
literatura de terror ha entorpecido en ocasiones la justa apreciación de su
trascendencia literaria. Ciertamente fue el gran maestro del género, e inauguró
además el relato policial; pero, sobre todo, revalorizó y
revitalizó el cuento tanto desde sus escritos teóricos como en su praxis
literaria, demostrando que su potencial expresivo nada tenía que envidiar a la
novela y otorgando al relato breve la dignidad y el prestigio que modernamente
posee.



Biografía



Edgar Allan Poe perdió a sus padres,
actores de teatro itinerantes, cuando contaba apenas dos años de edad. El
pequeño Edgar fue educado por John Allan, un acaudalado hombre de negocios de
Richmond. Las relaciones de Poe con su padre adoptivo fueron traumáticas;
también la temprana muerte de su madre se convertiría en una de sus obsesiones
recurrentes. De 1815 a 1820 vivió con John Allan y su esposa en el Reino Unido,
donde comenzó su educación.



Después de regresar a Estados
Unidos, Edgar Allan Poe siguió estudiando en centros privados y asistió a la
Universidad de Virginia, pero en 1827 su afición al juego y a la bebida le
acarreó la expulsión. Abandonó poco después el puesto de empleado que le había
asignado su padre adoptivo, y viajó a Boston, donde publicó anónimamente su
primer libro,
Tamerlán y otros poemas (Tamerlane and Other Poems, 1827).



Se alistó luego en el ejército, en
el que permaneció dos años. En 1829 apareció su segundo libro de poemas, Al
Aaraaf
, y obtuvo, por influencia de su padre adoptivo, un cargo en la
Academia Militar de West Point, de la que a los pocos meses fue expulsado por
negligencia en el cumplimiento del deber.



En 1832, y después de la publicación
de su tercer libro, Poemas (Poems by Edgar Allan Poe, 1831), se desplazó
a Baltimore, donde contrajo matrimonio con su jovencísima prima Virginia Clemm,
que tenía entonces catorce años. Por esta época entró como redactor en el
periódico Southern Baltimore Messenger, en el que aparecieron diversas
narraciones y poemas suyos, y que bajo su dirección se convertiría en el más
importante periódico del sur del país. Más tarde colaboró en varias revistas en
Filadelfia y Nueva York, ciudad en la que se había instalado con su esposa en
1837.



Su labor como crítico literario
incisivo y a menudo escandaloso le granjeó cierta notoriedad, y sus originales
apreciaciones acerca del cuento y de la naturaleza de la poesía no dejarían de
ganar influencia con el tiempo. En 1840 publicó en Filadelfia Cuentos de lo
grotesco y lo arabesco
; obtuvo luego un extraordinario éxito con El
escarabajo de oro
(1843), relato acerca de un fabuloso tesoro enterrado,
tan emblemático de su escritura como el poemario El cuervo y otros poemas
(1845), que llevó a la cumbre su reputación literaria.



La larga enfermedad de su esposa
convirtió su matrimonio en una experiencia amarga; cuando ella murió, en 1847,
se agravó su tendencia al alcoholismo y al consumo de drogas, según testimonio
de sus contemporáneos. Ambas adicciones fueron, con toda probabilidad, la causa
de su muerte, acaecida en 1849: fue hallado inconsciente en una calle de
Baltimore y conducido a un hospital, donde falleció pocos días más tarde,
aparentemente de un ataque cerebral.



La obra de Edgar Allan Poe



La calidad de la producción
literaria de Poe ha oscurecido en parte su faceta de teórico de la literatura;
en obras como Fundamento del verso (1843), La filosofía de la
composición
(1846) y El principio poético (1850), expuso ideas
singulares y novedosas sobre los géneros literarios y el proceso de creación.
En este último terreno se apartó por completo del concepto romántico de
inspiración al abogar por una escritura reflexiva, meditada y perfectamente
consciente de las técnicas expresivas, que habían de encauzarse en dirección al
efecto deseado. Tales ideas tendrían gran predicamento entre la crítica
antirromántica.



Respecto a los géneros, Poe sostuvo
que la máxima expresión literaria es la poesía, y a ella dedicó sus mayores
esfuerzos. Sus poemas no fueron bien recibidos entre la crítica estadounidense,
que los juzgó excesivamente artificiosos, pero, a partir de los estudios de
Mallarmé, los europeos vieron en Poe a un modélico precursor del simbolismo. La
apreciación es justa si no se olvidan los motivos románticos que, a pesar a su
poética, lastraron todavía sus versos.



La moda byroniana dejó su impronta
en un libro primerizo que publicó con sólo dieciocho años, Tamerlán y otros
poemas
(1827). En su segunda obra, Al Aaraaf (1829), el poeta
celebra una etérea forma de belleza, preludio de la pura "idealidad"
a la que aspirará en algunos poemas posteriores. En su tercer libro, Poemas
(1831), reunió con algunas revisiones y adiciones los poemas de los dos
primeros volúmenes, y añadió seis nuevas composiciones. En ellas llegó a la
madurez y encontró una voz auténtica, aunque se pueda discernir en ella el eco
de Coleridge; su evocación de un mundo ideal y visionario quedaba realzada por
el ritmo hipnótico de los versos y la fuerza turbadora de las imágenes.



Su último libro, El cuervo y otros poemas (1845), es la expresión de su
pesimismo y de su anhelo de una belleza ajena a este mundo. Algunas de las
composiciones de Poe, desgajadas de los poemarios de que forman parte,
alcanzaron una notable popularidad. Es justamente célebre su extenso poema El
cuervo
(The Raven, 1845), donde su dominio del ritmo y la sonoridad del
verso alcanzan el máximo nivel. Manifiestan idéntico virtuosismo Las
campanas
(The Bells, 1849), cuyo resonar, que acompaña las diversas etapas
de la vida humana desde la infancia hasta la muerte, se evoca con reiteraciones
rimadas y aliteraciones; Ulalume (1847), un recorrido de la tristeza a
la ilusión que cae de nuevo en la desesperanza; y Annabel Lee (1849),
exaltación de un inocente amor infantil que ni la muerte puede truncar.



Los cuentos de Poe



Pero la genialidad y la originalidad
de Edgar Allan Poe encuentran su mejor expresión en los cuentos, que, según sus
propias apreciaciones críticas, son la segunda forma literaria, pues permiten
una lectura sin interrupciones, y por tanto la unidad de efecto que resulta
imposible en la novela. Considerado uno de los más extraordinarios cuentistas
de todos los tiempos, Poe inició la revitalización que experimentaría el género
en tiempos modernos.



Publicados bajo el título Cuentos
de lo grotesco y lo arabesco
(Tales of the Grotesque and Arabesque, 1840),
aunque hubo nuevas recopilaciones de narraciones suyas en 1843 y 1845, la
mayoría se desarrolla en un ambiente gótico y siniestro, plagado de
intervenciones sobrenaturales, y en muchos casos son obras maestras de la
literatura de terror. Poe basó su estilo tanto en la atmósfera opresiva que
creaba durante el inicio y desarrollo del relato como en los efectos
sorpresivos del final.




Fotograma de La caída de la casa Usher (1960), película basada en el
cuento de Poe



Así ocurre en el antológico La
caída de la casa Usher
(The Fall of the House of Usher), cuento
sobrenatural o simbolista en el que el narrador asiste a los últimos días de un
antiguo amigo suyo, el hipersensible y atormentado aristócrata Rodrigo Usher.
Durante su estancia fallece la hermana de Usher, que estaba gravemente enferma,
y la entierran en una cripta subterránea. Una semana después, en una
sobrecogedora escena final, la hermana reaparece para caer sobre el ya
delirante Usher, pereciendo ambos y, tras la huida del narrador, la casa misma,
que se derrumba sobre el estanque.



Cuando Baudelaire vertió al francés
la citada colección y otra posterior (Tales, 1845), las tituló Histoires
extraordinaires
, denominación que pasó a las traducciones españolas como
Narraciones extraordinarias. No faltan en estas recopilaciones
los relatos macabros, como
El barril de amontillado (The Cask of Amontillado), o
cuentos dedicados a mujeres atormentadas e inescrutables en un contexto de
atmósfera enfermiza, como Berenice o Ligeia; son en cambio menos
numerosos aquellos que narran la resolución de algún enigma, como
El escarabajo de oro (The Gold Bug).



En este último grupo es preciso
destacar los tres cuentos protagonizados por Augusto Dupin, que sentaron las
bases de un género destinado a cobrar una inmensa popularidad: la literatura
policíaca. El primero de tales cuentos, Los crímenes de la calle Morgue
(The Murders in the Rue Morgue), se ha considerado, con toda razón, como el
fundador de la novela de misterio y detectivesca. Dupin es también el
protagonista de
El misterio de Marie Rogêt (The Mystery of Marie Roget) y de La
carta robada
(The purloined Letter), piezas clásicas del género por el
equilibrio de lógica, suspense y detalles narrativos.



Maestro del terror y fundador del
género policial, también se reconoce a Poe su papel de precursor en la
literatura de ciencia-ficción por algunos de los relatos contenidos en las Narraciones
extraordinarias
. De tema marino es la única novela que llegó a completar,
Las aventuras de Arthur Gordon Pym (The Narrative of Arthur Gordon
Pym, 1838), historia de un viaje fantástico al Polo Sur en la que reaparecen
numerosos elementos (muchos de ellos terroríficos o simbólicos) de sus cuentos.



El conjunto de la obra de Poe
influyó notablemente en los simbolistas franceses, en especial en
Charles Baudelaire, quien la dio a conocer en Europa.
Por lo demás, los continuadores de los nuevos caminos que abrió su narrativa
(como
Arthur Conan Doyle en la novela detectivesca, Julio Verne en la ciencia-ficción o H.P. Lovecraft en la literatura de terror) señalaron su deuda con el
estadounidense, y, en general, su magisterio ha sido reconocido por todos los
grandes cultivadores del cuento moderno, desde
Guy de Maupassant hasta Jorge Luis Borges y Julio Cortázar, quien realizó una soberbia traducción de sus relatos.



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